“en el fútbol el peor ciego es el que sólo ve el balón”
(Nelson Rodrigues)
Diego y Pelé
en realidad son amigos,
aunque saben disimularlo
bastante bien.
Cuando la pasión es redonda
no hay punta
que pueda pincharla
Diego y Pelé
en realidad son amigos,
todos los meses se juntan
a charlar un rato
comer un asado
tomar caipirinha.
Sin querer
la vida
se les mezcló
con el fútbol
y cuando quieren hablar de goles
dicen amor
cuando quieren decir amigo
hablan de paredes
cuando quieren hablar de copas
dicen mundiales
cuando quieren decir injusticia
hablan de fifa
cuando quieren hablar de fútbol
dicen poesía
deliran durante horas
hasta que un limón
cae de la mesa
y rueda por el suelo
para que los ojos descalzos
les brillen detrás de esa pelota
temblorosa y extasiada
de tanto amor
que se le viene
cualquier espectador
pagaría millones
por ver esa mariandina
pero hay cosas que no tienen precio
(sino pregúntenle
al tobillo de Diego
en Italia no-venta)
Empiezan a bailar
con ese amor-limón
que para ellos
siempre será
el más dulce
el Rey la pisa
de un lado para el otro
Diego se acerca
quiere ser él
el que la lleve del pie
pero cuando la pide
le tiran un caño
traicionero, fatal
el silencio sale del banco
y por unos segundos
juega de diez
desde enfrente se escucha
entre la sonrisa del negro
“Tristeza não tem fin”
pero D10S
está acostumbrado
a levantarse siempre
como un espejo que no se rompe
toma la pelota y
le devuelve la imagen
sólo para decirle que
“primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento…”
pueden decir lo que quieran
inventar teorías muy locas
pero los partidos amistosos
no existen.-
Tony Zalazar
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